PEREGRINACIÓN A MAKKOSMÁRIA

"Hagan lo que él les diga." (Jn. 2, 5)

Estábamos todos a punto para nuestra peregrinación, esta vez también nos acompañó un amigo de cuatro patas. Se llama Rumlik y es perro guía y parte de la familia de Szilvie y Gábor.

Al llegar al inicio de la peregrinación, nos preguntamos que queríamos pedirle a la Virgen María en ésta peregrinación y fue muy bonito escucharnos y notar que en todos había un deseo de pedir por los suyos, por la realidad del mundo, de acercarse a Dios, de tener claridad para ciertas situaciones, etc.

Empezamos el camino cantando y poco a poco mientras escuchábamos la palabra de Dios, el Rezo del rosario y algunas explicaciones, sentíamos que nuestro corazón y nuestro interior se iba renovando, fortaleciendo, dinamizando.

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No hay nada que hacer que siempre una mamá se dará cuenta cuando un hijo está necesitado de ayuda. María nuestra madre, es experta en salir al paso del otro para ponerse al servicio (su prima Isabel) o cuando en las bodas de Canaan faltaba el vino. Nos acompañó estas palabras: " hagan lo que Él les diga", seguro con el tono tierno de una madre sería : "Hijo mío, haz lo que el Señor te diga". Su acompañamiento en todo el rosario fue de mucho alimento, vida, alegría, comunión y fraternidad entre nosotros.

Regresamos no iguales por el mismo camino corto un poco cansados pero llenos. Dios, Jesús, el Espíritu Santo en compañía de nuestra buena madre María, habían trabajado en nuestro interior, habían caminado con nosotros para no irse jamás de nuestro lado en la peregrinación de cada día de la vida.

Hna. Bárbara Vera Villar
Misionera de la FMVD