RETIRO DE ADVIENTO 2017
"Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna."
Vamos a entrar en tiempo de ADVIENTO como preparación para Navidad. La palabra latina "adventus" significa “venida” y esto, se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el amor para con Dios y el prójimo para la llegada del Señor.
Para todos nosotros, la sorpresa ha sido que el Señor también espera en este tiempo de Adviento. Espera el espera entrar en mi mundo, en nuestras prisas, sueños, pensamientos, desvelos y preocupaciones, etc. y ofrecernos una vida nueva, ofrecernos su compañía en tu vida, mi vida, una nueva relación para mostrarnos, dónde está la verdadera esperanza, la vida, el amor, libertad.
Recordábamos cuando éramos niños hacíamos nuestra lista de cosas que queríamos que nos regalaran. Ahora ya de grandes, experimentamos tantas cosas que necesitamos pero sobre todo aquellas que nos construye como personas, como hermanos con los otros. Pero qué grande es que el Señor, nos hace partícipes de aquello que pedimos con nuestra responsabilidad y compromiso de poner los medios. Nos dábamos cuenta que si por ejemplo pedimos ser más responsable con mis hijos, mi hogar, mi trabajo, entonces necesitamos también poner de nuestra parte los medios. El Señor nos apoya con su gracia, su amor y su fortaleza que ya es un motor, un impulso muy grande, sin embargo, no nos ahorra nuestra parte. No nos hace la tarea. Nada quiere hacer sin nosotros!
Al finalizar el retiro, todos teníamos algo que llevarnos, nos dio lo que necesitábamos, quizás no como lo esperábamos. Lo cierto es que todos salimos con la ilusión, las ganas por prepararnos mejor en este tiempo de Adviento y así, acoger más conscientemente a Jesús hecho niño en nuestras vidas. Vivir la Navidad con aquél que es el objeto y razón de la Navidad: Jesús, tú y yo, ¡toda la humanidad!
Para todos nosotros, la sorpresa ha sido que el Señor también espera en este tiempo de Adviento. Espera el espera entrar en mi mundo, en nuestras prisas, sueños, pensamientos, desvelos y preocupaciones, etc. y ofrecernos una vida nueva, ofrecernos su compañía en tu vida, mi vida, una nueva relación para mostrarnos, dónde está la verdadera esperanza, la vida, el amor, libertad.
Recordábamos cuando éramos niños hacíamos nuestra lista de cosas que queríamos que nos regalaran. Ahora ya de grandes, experimentamos tantas cosas que necesitamos pero sobre todo aquellas que nos construye como personas, como hermanos con los otros. Pero qué grande es que el Señor, nos hace partícipes de aquello que pedimos con nuestra responsabilidad y compromiso de poner los medios. Nos dábamos cuenta que si por ejemplo pedimos ser más responsable con mis hijos, mi hogar, mi trabajo, entonces necesitamos también poner de nuestra parte los medios. El Señor nos apoya con su gracia, su amor y su fortaleza que ya es un motor, un impulso muy grande, sin embargo, no nos ahorra nuestra parte. No nos hace la tarea. Nada quiere hacer sin nosotros!
Al finalizar el retiro, todos teníamos algo que llevarnos, nos dio lo que necesitábamos, quizás no como lo esperábamos. Lo cierto es que todos salimos con la ilusión, las ganas por prepararnos mejor en este tiempo de Adviento y así, acoger más conscientemente a Jesús hecho niño en nuestras vidas. Vivir la Navidad con aquél que es el objeto y razón de la Navidad: Jesús, tú y yo, ¡toda la humanidad!
Grupo Católico Hispanoamericano