CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA MADRE



Como contribución a la celebración del Día de la Madre en nuestros diferentes países, como recuerdo a todas ellas, aquí van estas dos poesías tan bonitas y tan diferentes a las que solemos escuchar y leer.

Y creo encontrar en ellas a la madre con su hijo bebé y a la persona ya anciana, que en sus últimos y difíciles días, llama y pide ayuda a su madre.


La Madre Triste

Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡Duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir,
no te turben mis alientos
¡Duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir
¡no te sueltes de mi pecho!
¡Duérmete apegado a mí!
Ya que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.
No resbales de mi brazo
¡Duérmete apegado a mí!

Gabriela Mistral.
(Poetisa chilena 1889-1957)






Madre llévame a la cama.

Madre llévame a la cama
Madre llévame a la cama
que no me tengo de pie.
Ven hijo, Dios te bendiga
y no te dejes caer.
No te vayas de mi lado
cántame el cantar aquel.
Me lo cantaba mi madre,
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté en mis pechos
contigo lo recordé.
¿Qué dice el cantar, mi madre?
¿Qué dice el cantar aquel?
No dice hijo mío, reza,
reza palabras de miel,
reza palabras de ensueño
que nada dicen sin él,
¿Estás aquí madre mía?
porque no te logro ver
Estoy aquí, con tu sueño,
duerme hijo mío, con fe.

Miguel de Unamuno
(Escritor y Filósofo español. 1864-1936 )



Por Teresa de la Vega
Grupo Católico Hispanoamericano

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